Trabajadoras del Hogar Migrantes: los rostros detrás de las cadenas globales de cuidados

Ante la falta de oportunidades de empleo y la precariedad laboral en sus países de origen, muchas mujeres migran —generalmente en condiciones de absoluta desprotección y a veces por vías irregulares— buscando un futuro mejor en el trabajo doméstico. Las trabajadoras del hogar migrantes hacen el enorme sacrificio de separarse de sus seres queridos para cuidar de hogares y familias lejos de su tierra natal. Lo hacen con amor y dedicación, como si las personas y bienes de los que cuidan fuesen propios. ¿Pero quién cuida de ellas?

La ausencia de protección legal que enfrentan las trabajadoras del hogar migrantes a lo largo de su proceso migratorio (reclutamiento, migración, tránsito, empleo y retorno a sus países) atraviesa a todas las regiones y se traduce en injusticias y violaciones de derechos: jornadas extenuantes sin descanso, retención de salarios, falta de acceso a la protección social, aislamiento, restricciones a la movilidad y la comunicación, confiscación de documentación personal, visa sujeta al empleador, prohibición de la libertad de asociación, y abusos que van desde la discriminación, la violencia y el acoso, hasta el trabajo forzoso y la trata de personas, con serias limitaciones para acceder a la justicia y escasas probabilidades de obtener reparación.

La creciente demanda de cuidados en muchos países (principalmente, del Norte Global) ha llevado a una dependencia de las trabajadoras del hogar migrantes (principalmente, del Sur Global) para cubrir los vacíos que dejan los Estados en la provisión de servicios públicos de cuidado. Sin embargo, quienes más contribuyen a la economía del cuidado son las más desfavorecidas en términos de derechos y las que enfrentan los mayores desafíos para satisfacer sus propias necesidades de cuidado.

Estos crudos testimonios de trabajadoras del hogar migrantes le ponen rostros reales a lo que hay detrás de las “cadenas globales de cuidados” y encierran un poderoso llamado a la acción: ¡urge garantizar una migración libre y segura, el trabajo decente y el respeto de los derechos humanos de las mujeres que cuidan al mundo!