La Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH), junto con Global Labor Justice, Anti-Slavery International, Equidem y el Centro de Solidaridad, dieron un paso histórico el 5 de junio de 2024: lanzaron la Coalición por la Justicia Laboral para Migrantes en el Golfo, la primera coalición laboral global dedicada a abogar por los derechos laborales y humanos fundamentales de los millones de trabajadores y trabajadoras migrantes en la región del Golfo, incluido el derecho a sindicalizarse y negociar colectivamente salarios justos y condiciones laborales.
Hay al menos 31 millones de trabajadores migrantes en los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCG). A pesar de ser fundamentales para el funcionamiento de la vida económica y social, estos trabajadores casi no tienen acceso a mecanismos legales o gubernamentales para ejercer sus derechos fundamentales como trabajadores, especialmente las personas dedicadas al trabajo doméstico. La sociedad civil y los sindicatos en los países del CCG también tienen una capacidad muy limitada para abogar por los derechos de los trabajadores migrantes. La recién formada Coalición está llamando a los gobiernos y empleadores a respetar los derechos humanos y laborales fundamentales de los trabajadores migrantes en el CCG durante su reclutamiento, migración, empleo y retorno a casa.
El enfoque inicial de la Coalición está en los trabajadores y trabajadoras migrantes empleados en los sectores de trabajo doméstico, hotelería y construcción en Bahrein, Kuwait y Qatar. Algunos de los problemas transversales que enfrentan los trabajadores, según un relevamiento de la Coalición, incluyen violencia en el lugar de trabajo, salarios impagos, riesgos para la seguridad ocupacional debido a los impactos del cambio climático y prácticas de reclutamiento explotadoras en contextos donde se reprime la organización sindical de los trabajadores, los empleadores tienen impunidad y los trabajadores carecen de vías de acceso a la justicia.
Hay aproximadamente 6,6 millones de trabajadoras del hogar en los países árabes, la mayoría de ellos mujeres migrantes. De acuerdo con el Documento de Posicionamiento de la FITH para la 112ª Sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo, "la creciente demanda de cuidados en muchos países ha llevado a una dependencia de las trabajadoras del hogar migrantes (THM) para cubrir las brechas en materia de cuidados. Aunque su trabajo en el exterior les permite mantener a sus familias, las THM a menudo carecen de condiciones básicas que les garanticen una migración segura y el respeto de sus derechos humanos y su derecho al trabajo decente. Las condiciones de trabajo y los derechos laborales de las THM suelen estar regulados no por leyes nacionales, sino por acuerdos bilaterales (AB) y memorandos de entendimiento (MOU) entre países de origen y destino, lo que suele resultar en niveles discriminatorios de protección. Las políticas y esquemas de migración temporal provocan una supresión estructural de los derechos laborales de las THM, y las políticas de emigración de algunos países discriminan a las TDM, lo que conduce a vías de migración irregulares que aumentan los riesgos de abuso y explotación”.
Las reformas legales que algunos países del CCG han llevado a cabo son superficiales y no han generado cambios sustantivos para las personas trabajadores en la práctica. La mayoría de esos países todavía operan bajo el sistema Kafala, un régimen restrictivo de inmigración que coloca a las THM a merced de sus empleadores o "patrocinadores", quienes retienen su documentación personal y tienen control total sobre sus vidas. Este sistema facilita la explotación sistemática y las violaciones de derechos de las THM, la mayoría de las cuales provienen de países asiáticos y africanos. Estas mujeres enfrentan todo tipo de injusticias: salarios extremadamente bajos, pago tardío o no pago de salarios; largas jornadas laborales e insuficiente tiempo libre; falta de protección social; libertad de asociación y negociación colectiva limitadas; severas restricciones a la libertad de movimiento y comunicación; condiciones de vida precarias; abuso verbal, físico y sexual, violencia y acoso; falta de acceso a la justicia; e incluso trabajo forzoso y trata de personas, con pocas perspectivas de obtener reparación.
Según la Organización Internacional del Trabajo (2022), el trabajo doméstico está entre los cinco sectores que responden por la mayoría del total de trabajo forzoso de adultos, y uno de los principales sectores donde se encuentran niños en situación de trabajo forzoso.
Esta crisis urgente de derechos requiere una acción colectiva y directa. La Coalición por la Justicia Laboral para Migrantes en el Golfo es el primer grupo laboral global en su tipo que reúne a defensores de derechos en todo el CCG, países de origen, de tránsito y de destino en busca de justicia laboral para los trabajadores migrantes. Generará solidaridad transnacional y presión global para garantizar que las necesidades, derechos y dignidad de los trabajadores migrantes estén garantizados y respetados, desde el reclutamiento en los países de origen hasta el empleo en los países del CCG; apoyará a los trabajadores en su lucha por la libertad de asociación, el acceso a la justicia y la reparación, la libertad de movimiento, la brecha entre las leyes de inmigración y las leyes laborales, y la responsabilidad de los empleadores, entre otras demandas clave; y también se solidarizará con las trabajadoras migrantes que luchan contra la violencia de género y el acoso.
"Unidos, podremos abordar las prioridades de la FITH para las trabajadoras del hogar migrantes en la región: erradicar el sistema Kafala; garantizar el acceso a la justicia; promover la libertad de asociación y el libre movimiento; abogar por el acceso a beneficios y servicios; fomentar el diálogo social; y gozar de igualdad de derechos. La coalición es importante para defender los derechos de los trabajadores migrantes en el Golfo porque ellos no tienen sindicatos y pueden ser castigados si alzan la voz. Especialmente las trabajadoras del hogar, que están aisladas en las casas de sus empleadores y necesitan el apoyo de aliados y activistas laborales para luchar contra el Kafala”.
Mary Ann Abunda, miembro del Comité Ejecutivo de la FITH y líder de la Asociación de Trabajadoras Domésticas de Sandigan Kuwait (SKDWA).