¡Avance histórico en Guatemala!

Logramos la implementación de la Mesa Multisectorial por los Derechos de las Trabajadoras del Hogar

Como resultado de las acciones de incidencia y diálogo social que venimos llevando a cabo en Guatemala junto a nuestra afiliada SITRADOMSA, CENTRACAP, la CONLACTRAHO y otras organizaciones de mujeres trabajadoras, firmamos un Convenio de Cooperación Interinstitucional para la <b>implementación de la Mesa Multisectorial por los Derechos de las Mujeres Trabajadoras del Hogar</b> y obtuvimos el <b>compromiso de legisladores de avanzar en la agenda de trabajo decente</b> para nuestro sector. Confiamos en que estas iniciativas allanen el camino hacia la pronta ratificación del Convenio 189 de la OIT y la protección de las casi 400 mil mujeres que cuidan de la sociedad guatemalteca.

El pasado 25 de marzo, logramos un acuerdo histórico con la Secretaría Presidencial de la Mujer, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) de Guatemala para la instalación de una mesa multisectorial que coordinará los esfuerzos orientados a avanzar en la agenda de trabajo decente para las trabajadoras del hogar, quienes desempeñan su actividad sin protección legal y en condiciones laborales indignas. Al día siguiente, durante nuestro foro público "El trabajo doméstico y de casa particular al servicio de las familias guatemaltecas", el presidente de la Comisión de Trabajo del Congreso, Danilo Madrazo, y los legisladores Ricardo Alarcón y Gerson Barragán se comprometieron a promover la ratificación del Convenio 189.

"Es hora de proteger los derechos fundamentales de las trabajadoras del hogar, promoviendo la dignidad humana y la justicia social, tal como lo establecen los estándares internacionales, especialmente el Convenio 189 de la OIT. La iniciativa ya está en el Congreso de la República; sólo falta el compromiso y el esfuerzo de los congresistas, a quienes les corresponde legislar. Sin embargo, que el C189 aún no se haya ratificado no significa que no puedan implementarse políticas públicas ahora mismo para proteger a las trabajadoras del hogar, que son quienes cuidan de las casas y familias para que otras personas puedan salir a trabajar", señaló la ministra de Trabajo Miriam Roquel.

Cabe recordar que, en agosto de 2024, una delegación de la FITH encabezada por Ruth Díaz, miembro de nuestro Comité Ejecutivo en representación de América Latina, y nuestra Coordinadora Regional Betty Tola, visitó Guatemala para dar inicio a una serie de acciones estratégicas y una campaña masiva para impulsar la ratificación del C189, desarrolladas conjuntamente con nuestra organización hermana CONLACTRAHO, SITRADOMSA, CENTRACAP y otros aliados clave, con el apoyo de la OIT. El fruto de esa iniciativa hoy se ve reflejado en la respuesta positiva del gobierno y los legisladores guatemaltecos.

"Lo que está pasando en Guatemala es histórico. En América Latina sólo tres países no han ratificado el Convenio 189 de la OIT: Guatemala, Honduras y El Salvador. Sin embargo, gracias a la gestión decisiva del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, y de la ministra de Trabajo, Miriam Roquel, hemos dado un paso histórico hacia la implementación del Convenio aún antes de la ratificación. Por primera vez en el país se va a comenzar a hablar de derechos, de salarios, de contrato de trabajo, de seguridad social, de inspección laboral. Esto significa que las trabajadoras del hogar, la mayoría de las cuales son mujeres indígenas, ya no van a ser más invisibles y van a tener derechos, como cualquier otra persona trabajadora".

Ruth Díaz, miembro del Comité Ejecutivo de la FITH en representación de América Latina

La situación de las trabajadoras del hogar en Guatemala

Según la OIT (2021) en Guatemala hay 388.240 trabajadoras remuneradas del hogar, de las cuales el 91,1% son mujeres y representan el 15% del total de la fuerza laboral femenina del país (1 de cada 3 mujeres empleadas son trabajadoras del hogar). A pesar del enorme valor de su trabajo -que hace posibles todos los demás trabajos, contribuyendo al sostenimiento de hogares, familias y la sociedad en su conjunto-, el 98,3% de ellas enfrentan condiciones laborales y de vida extremadamente precarias.

Muchas trabajadoras del hogar viven en casa de sus empleadores, con jornadas de trabajo de régimen esclavista (14 horas diarias y 6,5 días a la semana) convalidadas por el Código Laboral, que señala que el trabajo doméstico “no está sujeto a horarios ni a las limitaciones de la jornada de trabajo”, pese a que la Constitución de la República indica que “ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad”.

La concepción arraigada de servidumbre que pesa sobre el trabajo del hogar se expresa también en el salario, que asciende a apenas un tercio del salario mínimo vigente y es establecido discrecionalmente por los empleadores, pues no está regulado por ley. La ausencia de protección legal da lugar a otros abusos, como el pago en especies, el no pago de aguinaldo, la falta de acceso a la protección social y la inexistencia de indemnización por despido, así como a situaciones de maltrato, discriminación, acoso sexual y violencia.  

Si bien en 2009 el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) lanzó el programa Precapi de protección a las trabajadoras de casa particular, este solo incluye a las trabajadoras del departamento de Guatemala y apenas cubre accidentes de trabajo y licencia por maternidad. A 2021, el programa contaba con 324 trabajadoras registradas (el 0.1% de las trabajadoras del sector).

Una lucha de larga data

Las organizaciones de trabajadoras del hogar en Guatemala llevan 25 años de lucha por condiciones de trabajo dignas. Sin embargo, el país aún no ha legislado en su favor ni ha ratificado el Convenio 189 de la OIT, aprobado en junio de 2011 y ratificado por 18 países en América Latina, que establece un conjunto de estándares para promover el trabajo decente para las trabajadoras del hogar y equiparar sus derechos con los del resto de las personas trabajadoras. En 2015, el Ministerio de Trabajo emitió una opinión técnica favorable a la ratificación del C189, que posteriormente fue enviado al Congreso de la República, donde hace ocho años fue aprobado en primer debate para luego pasar al olvido.

Ratificar el C189 significa reconocer el valor social y económico del trabajo remunerado del hogar y dignificar a quienes lo desempeñan. El gobierno de Guatemala tiene hoy la potestad y, sobre todo, la responsabilidad de poner fin a la exclusión y la injusticia que soportan las trabajadoras del hogar. Esperamos que la voluntad política demostrada en los últimos días se traduzca en acciones concretas que impacten positivamente en las vidas de estas mujeres y sus familias.

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