
El 12 de julio, cerca de cien participantes se reunieron en una consulta nacional sobre trabajo decente en la economía del cuidado, organizada por la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH) y su afiliada, el Sindicato de Trabajadoras del Hogar de Nepal (HUN). El evento reunió a trabajadoras del hogar y del cuidado, líderes sindicales, organizaciones de la sociedad civil, representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), parlamentarios y autoridades gubernamentales, siendo la primera vez que el ministro de Trabajo participa en un encuentro de trabajadoras del hogar. La consulta puso de relieve una verdad contundente: las trabajadoras del cuidado, que son el pilar de la sociedad nepalí, siguen sin recibir el reconocimiento, la valoración y los derechos que merecen. El Convenio 189 de la OIT y el Marco de las 5R deben servir como base para una reforma legal y de políticas urgente.
El evento fue inaugurado por Nirmala Ghimire Dhakal, líder de las trabajadoras del hogar de HUN, y la Sonia George, miembro del Comité Ejecutivo de la FITH y vicepresidenta de SEWA India, dos mujeres cuya trayectoria encarna la creciente fuerza del movimiento de trabajadoras del cuidado en Asia. Su llamado a la justicia y al reconocimiento fue retomado por varias figuras clave que destacaron con fuerza la urgencia del tema. Sonia George destacó la necesidad urgente de reconocer a las trabajadoras del hogar como parte integral de la fuerza laboral, abogando por sus derechos tanto a nivel nacional como internacional. Señaló que las mujeres constituyen la mayoría de las cuidadoras en el mundo, y que su trabajo suele ser subestimado y mal remunerado. Afirmó que “las trabajadoras del hogar son las cuidadoras que responden a la mayoría de las necesidades de cuidado en el mundo”.
El ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Nepal, Sharat Singh Bhandari, marcó el tono del encuentro al afirmar: “Las trabajadoras del hogar son trabajadoras. Las trabajadoras del hogar merecen trabajo decente”. Enfatizó la necesidad de protección legal, igualdad de género y definiciones claras en la legislación laboral para formalizar las condiciones de empleo y garantizar dignidad para las trabajadoras del cuidado en todo el país. Esta fue la primera vez que el ministro Bhandari participó en un encuentro con trabajadoras del hogar, un hito importante para el movimiento.
En la misma línea, la parlamentaria y organizadora histórica de las trabajadoras del hogar, Rama Koirala Paudel, pidió al gobierno actuar de inmediato para cerrar las brechas de implementación y extender la protección a las muchas trabajadoras del cuidado aún excluidas. “La Constitución de Nepal reconoce los derechos laborales —recordó—, pero en la práctica, demasiadas trabajadoras del hogar y de salud comunitaria, que a menudo trabajan sin remuneración, no reciben ningún apoyo de los programas gubernamentales”. Instó a promulgar una ley específica para las trabajadoras del hogar, exigir aportes obligatorios al Fondo Nacional de Seguridad Social por parte de los empleadores, y promover activamente el empoderamiento de las trabajadoras para que puedan defender sus derechos.
Desde el ámbito provincial, Bindu Shrestha —expresidenta de HUN y actual parlamentaria provincial en Bagmati— expresó su preocupación por la situación de las trabajadoras comunitarias de la salud. “El Ministerio de Salud acordó otorgarles asignaciones —señaló—, pero eso no es suficiente. Ya es hora de hablar del reconocimiento de las trabajadoras del cuidado”.
Al cerrar la sesión inaugural, Binod Shrestha, presidente de la Federación General de Sindicatos de Nepal (GEFONT), recordó la larga historia de lucha sindical por visibilidad y derechos. Señaló que, mientras algunas trabajadoras del cuidado empleadas en instituciones reciben respeto y protección, quienes trabajan en hogares particulares siguen siendo invisibles y subvaloradas. Celebró el anuncio del gobierno de su intención de ratificar seis convenios internacionales del trabajo —entre ellos, el Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras del hogar— y llamó a los sindicatos a seguir luchando por el reconocimiento y la igualdad.
Poniendo en práctica el Marco de las 5R de la OIT
A lo largo de la consulta, el Marco de las 5R de la OIT —Reconocer, Reducir, Redistribuir, Recompensar y Representar— fue un eje central de análisis y debate. Voceras, investigadoras y trabajadoras del cuidado profundizaron en los cinco pilares, relacionándolos con sus experiencias y con la necesidad urgente de reformas legales y de políticas públicas.
Kripa Basnyat, de la oficina de la OIT en Nepal, brindó una explicación detallada del marco de las 5R y de la importancia de definir claramente el trabajo de cuidados en la legislación nacional. Destacó el compromiso de la OIT de apoyar un análisis de brechas legales en Nepal para armonizar la legislación interna con las normas internacionales del trabajo. A continuación, Bina Devi Rai —investigadora especializada en políticas y colaboradora de la FITH— expuso las inconsistencias y limitaciones en la protección legal de las trabajadoras del hogar en Nepal. Señaló las múltiples barreras que enfrentan para acceder al Fondo de Seguridad Social y subrayó la necesidad urgente de una reforma legal integral.
Ampliando la mirada al plano regional, Raina Bhattacharya, responsable de programas de la FITH para Asia, presentó los resultados del mapeo de políticas de cuidado realizado en doce países y economías del continente. Esta investigación mostró que las trabajadoras del hogar desempeñan un papel esencial en la economía del cuidado, pero en gran medida están excluidas de las protecciones legales. “La mayoría de los gobiernos de la región no reconocen los cuidados como una responsabilidad colectiva —observó—, lo que deja a las familias, y en especial a las cuidadoras no remuneradas y a las trabajadoras del hogar, cargando solas con un peso enorme”.
Las voces de las trabajadoras presentes aportaron fuerza y claridad a estas conclusiones. Las trabajadoras del hogar y del cuidado —incluyendo a las trabajadoras comunitarias de la salud y educadoras de la primera infancia— expresaron las injusticias que enfrentan debido a la falta de reconocimiento de su labor. Aunque la Ley Laboral de Nepal fue enmendada para reconocer a las trabajadoras del hogar como trabajadoras, los mecanismos concretos de implementación para proteger sus derechos laborales siguen siendo en gran parte inexistentes. Las trabajadoras comunitarias de la salud, en particular, aún son consideradas meramente como “voluntarias” y no como trabajadoras. Compartieron sus demandas utilizando el marco de las 5R como referencia:
- Reconocer el trabajo doméstico como trabajo de cuidados y valorar las competencias que requiere.
- Reducir la carga mediante licencias pagas, días de descanso y beneficios por maternidad.
- Redistribuir las tareas de cuidado de forma más equitativa entre géneros e instituciones.
- Recompensar el trabajo de cuidados con salarios justos y acceso a protección social.
- Representar a las trabajadoras del cuidado, garantizando su derecho a sindicalizarse y a participar en la toma de decisiones.
Las federaciones sindicales internacionales —PSI y UNI-APRO— reafirmaron su compromiso con los derechos de las trabajadoras del cuidado en Nepal. Subrayaron la necesidad de superar el modelo del voluntariado y avanzar hacia empleos formales con salarios decentes, formación y protección legal. Organizar a las trabajadoras comunitarias de la salud —sostuvieron— es clave para lograr políticas más justas y una representación más sólida. Al cerrar el evento, Chandra Sagar Lama, presidente de HUN, remarcó la importancia de la solidaridad y la coordinación entre todos los actores: “Necesitamos una voz unida. Necesitamos trabajar juntas y juntos”.
