Para todas las Trabajadoras del Hogar: Igualdad, Derechos y Trabajo Decente

Día Internacional de la Mujer 2025

Este 8 de marzo, la FITH honra a las mujeres trabajadoras del hogar y se compromete a seguir luchando para que puedan ejercer plenamente sus derechos en todas las esferas de la sociedad, incluyendo el mundo del trabajo y los espacios de liderazgo. A treinta años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y ante el dramático impacto de las actuales crisis globales en la igualdad de género y los derechos de las mujeres más vulnerables, llamamos a los tomadores de decisiones a terminar con todas las formas de discriminación, violencia y abuso que enfrentan las trabajadoras del hogar, garantizádoles el disfrute de sus derechos fundamentales como trabajadoras, tal como lo establece el Convenio 189 de la OIT. ¡Ni un paso atrás!

Casi el 80% de las personas trabajadoras del hogar (TH) en todo el mundo son mujeres. A nivel global, una de cada doce mujeres se dedica al trabajo doméstico. La mayoría de ellas pertenecen a los grupos más marginalizados de la población y soportan múltiples e interseccionales formas de discriminación por razones de género, raza, etnia, color de piel, nacionalidad, clase social, situación económica, discapacidad y estatus migratorio, entre otras. El trato discriminatorio y la falta de igualdad que experimentan se manifiestan de diferentes maneras, tanto en la ley como en la práctica (OIT 2023):

  • Exclusión de las leyes laborales (más del 36%) y de la protección social (más del 50%).
  • Condiciones laborales precarias: más del 80% de las TH están empleadas informalmente, lo que las expone a toda clase de abusos y explotación laboral.
  • Brecha salarial de género: las TH ganan la mitad del salario mensual promedio de los demás trabajadores, proporción que cae al 35.1% para las TH en empleo informal, lo que contribuye a perpetuar su pobreza estructural.
  • VBG y acoso en el mundo del trabajo: las TH se encuentran entre las trabajadoras más afectadas por este fenómeno, no sólo por su perfil demográfico de alto riesgo, sino también por la naturaleza del trabajo doméstico, que se realiza en hogares privados, en soledad y en absoluto desequilibrio de poder con respecto a los empleadores.
  • Limitada voz y representación: las barreras que enfrentan las TH para ejercer el derecho a la libertad de asociación, la organización sindical y la negociación colectiva dificulta su acceso a los roles de liderazo y su participación en los procesos de toma de decisiones. Este es uno de los mayores obstáculos para lograr el trabajo decente y la igualdad, condiciones indispensables para la justicia económica y social.

Las diversas crisis que atraviesa el mundo ponen en jaque el progreso alcanzado en materia de derechos para las mujeres desde la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada en 1995 por 189 gobiernos. Este 2025 -en el 30° aniversario de la iniciativa global más progresista para promover la igualdad de género y con sólo cinco años por delante para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible- marca un punto de quiebre: no podemos esperar otras tres décadas para responder a las necesidades y garantizar todos los derechos de quienes históricamente han sido postergadas.

La 69ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW69/Beijing+30), que se celebrará entre el 10 y el 21 de marzo en Nueva York, es una oportunidad para instar a los Estados Miembros a cumplir con los compromisos de la Agenda 2030, poniendo la igualdad y la dignidad para las trabajadoras del hogar en el centro.

Es hora de implementar acciones transformadoras para:

  • Combatir la discriminación, los estereotipos y todas las barreras estructurales que impiden el desarrollo, el progreso y la participación igualitaria de las TH en todas las áreas de la sociedad.
  • Erradicar todas las formas de violencia y acoso hacia las TH en el ámbito laboral, comenzando por la ratificación e implementación del Convenio 190 de la OIT, y siguiendo por la adopción de políticas específicas para terminar con este flagelo en el sector del trabajo doméstico.
  • Eliminar el trabajo forzoso y el trabajo infantil en el sector. La fiscalización eficiente del trabajo doméstico es crucial para propiciar ambientes laborales justos y seguros, así como para desalentar el empleo informal.
  • Garantizar el trabajo decente para las TH: Ratificar e implementar el Convenio 189 de la OIT; adoptar leyes y políticas nacionales que protejan a las TH en iguales condiciones que al resto de las personas trabajadoras y posibiliten su pleno acceso a la seguridad social; incentivar la formalización. ¡Los derechos laborales de las mujeres son derechos humanos!
  • Asegurar la igualdad de género en el trabajo doméstico: igual salario e iguales condiciones laborales por trabajo de igual valor (esto incluye a las TH migrantes y en empleo informal).
  • Reconocer el cuidado como un derecho humano y un bien público: Invertir en sistemas de cuidados y de protección social integrales, universales y con perspectiva de género que incluyan a las TH como parte de la fuerza laboral del cuidado y como mujeres trabajadoras con derecho a recibir cuidados de calidad para ellas y sus familias.
  • Garantizar el derecho de las TH a organizarse y negociar colectivamente como paso elemental hacia el equilibrio de poderes y la equidad de género en el mundo del trabajo.
  • Garantizar el acceso igualitario de las TH a: educación, formación profesional, servicios públicos, recursos y oportunidades de desarrollo, promoviendo su empoderamiento económico y autonomía.
  • Proteger los derechos laborales y humanos de las TH migrantes por ley y en la práctica, a través de todo su proceso migratorio (reclutamiento, tránsito, empleo en el país de destino y retorno al país de origen).

"Antes, las trabajadoras del hogar soñábamos en grises y negro. Pero hoy el horizonte está más claro que nunca: sabemos lo que queremos, por qué lo queremos y cuándo lo queremos. Porque somos parte del sistema que sostiene al mundo, somos parte del cambio, somos parte de la sustentabilidad. Por eso, hoy soñamos en colores, con todas las oportunidades que nos puede brindar la vida y que los gobiernos están obligados a refrendar".

Ruth Díaz, Miembro del Comité Ejecutivo de la FITH en representación de América Latina

Las trabajadoras del hogar son agentes vitales para el desarrollo sostenible. La igualdad de derechos y oportunidsdes para ellas es indispensable para el crecimiento económico, el sostenimiento de la sociedad, la consolidacion de la democracia y la paz. Hay que actuar ya para construir un mundo igualitario donde sus voces sean escuchadas y sus derechos sean respetados. Impulsemos juntxs la Agenda de Acción de Beijing+30. ¡Este es nuestro momento!

#DiaDeLaMujer
#Beijing30
#PorYParaTodas

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