Fuertes y organizadas para transformar el futuro de las trabajadoras del hogar migrantes
“Las trabajadoras del hogar migrantes son la columna vertebral de la economía del cuidado. La explotación de su trabajo subvenciona las economías nacionales en los países de origen y de destino. Es hora de poner fin a la discriminación que enfrentan por ley y en la práctica. Sólo la libertad de asociación y la lucha colectiva harán posible el pleno acceso de las TH migrantes al trabajo decente y a una vida digna. Fuertes, unidas y organizadas, reafirmamos nuestro compromiso de seguir avanzando hacia un futuro donde la justicia social y el completo ejercicio de los derechos humanos sean una realidad para las trabajadoras del hogar migrantes”.
Adriana Paz Ramírez, Secretaria General de la FITH
El motor de la economía del cuidado
El impacto de los cambios demográficos, socioeconómicos y medioambientales en la economía del cuidado y la migración es cada vez mayor. Por un lado, crece sostenidamente la cantidad de mujeres que migran para escapar de conflictos armados, violencia, crisis políticas, pobreza y los efectos del cambio climático, buscando en el exterior mejores oportunidades para ellas y sus familias. Por otro, la demanda global de cuidados también va en aumento, acompañada de altos déficits en la provisión pública de servicios e infraestructura de cuidados y de la falta de sistemas de protección social sólidos. En este contexto, muchos países de altos ingresos han pasado a depender de las trabajadoras del hogar (TH) migrantes para cubrir las crecientes necesidades de cuidados de su población. “Importar” mujeres provenientes de países pobres y de grupos históricamente desfavorecidos es una solución de bajo costo para que los ciudadanos locales puedan delegar sus responsabilidades de cuidado y acceder a empleos bien remunerados. La brecha salarial entre las trabajadoras de cuidados migrantes y las locales es del 19,6% (OIT, 2020).
Las TH migrantes desempeñan un rol esencial en la sostenibilidad social y económica no sólo de los países donde trabajan, sino también de sus países de origen, pues sus remesas hacen posible la subsistencia de sus familias. Sin embargo, el sacrificio de enfrentar el desarraigo y alejarse de sus hijos para dejarlos al cuidado (no remunerado) de otras mujeres suele terminar en pesadilla: promesas incumplidas, explotación, múltiples formas de abuso y hasta tráfico de personas. Y cuando se trata de pandemias, guerras o desastres naturales, las TH migrantes son las primeras en ser abandonadas a su suerte por los empleadores, en total desamparo y sin posibilidad de regresar a sus países.
Discriminación por ley y abuso en la práctica
En muchos países, el reclutamiento y las condiciones de empleo de las TH migrantes están regulados únicamente por acuerdos bilaterales o esquemas temporales de migración laboral entre los países de origen y de destino (sin la participación de las organizaciones sindicales), que las excluyen de la protección legal y el acceso a la seguridad social, así como les niegan el derecho a la libertad de asociación, entre otras medidas discriminatorias. De estos arreglos surgen, por ejemplo, los sistemas de patrocinio -como el “kafala”, en los países de Medio oriente-, que conceden a los empleadores el control absoluto sobre las vidas de las trabajadoras, cercenando sus libertades individuales.
Estas políticas migratorias exponen a las TH migrantes a laexplotación y violación de derechos por parte de agencias de empleo inescrupulosas y empleadores abusivos, así como promueven la migración por vías irregulares y el empleo informal, aumentando aún más la vulnerabilidad de estas mujeres. La mayoría de ellas soportancondiciones laborales y de vida indignas, que a veces constituyen trabajo forzoso, tales como jornadas de trabajo extenuantes sin descanso diario ni semanal; retención de salarios y servidumbre por deudas (por el pago de tasas de reclutamiento ilegales y excesivas); alimentación deficiente, alojamiento precario y falta de atención médica; comunicaciones y movilidad restringidas; confiscación de documentos de identidad; violencia y acoso sexual; y limitado acceso a la justicia. Pero si incumplen con lo estipulado en sus contratos (generalmente engañosos), son castigadas con penas que van desde multas, despido y pérdida de su estatus migratorio regular, hasta encarcelamiento o deportación.
Hacia un futuro digno para las trabajadoras del hogar migrantes
La defensa de los derechos de las TH migrantes es una prioridad para nosotras. Nuestro compromiso está plasmado en la Resolución sobre Trabajadoras del Hogar Migrantes que adoptamos durante el Cuarto Congreso Internacional de la FITH, en noviembre de 2023. No dejaremos de luchar hasta que la comunidad internacional, los gobiernos y los empleadores, en diálogo con las organizaciones de TH, tomen medidas concretas para:
- Ratificar e implementar los convenios internacionales de la OIT relativos a trabajo (especialmente el C189), migración, violencia y acoso, libertad de asociación y derecho a la negociación colectiva, y trabajo forzoso.
- Reformar los marcos legales nacionales, en línea con los estándares internacionales, y adoptar políticas para garantizar a las TH migrantes los mismos derechos que a las TH locales, incluyendo su acceso a la protección social / Abolir el sistema kafala y cualquier otro esquema de migración laboral abusivo.
- Asegurar el derecho de las TH migrantes a la libertad de asociación y la negociación colectiva.
- Regular y monitorear las operaciones de reclutadores y plataformas de empleo digitales, y adoptar mecanismos eficaces para la inspección y fiscalización laboral, imponiendo sanciones a quienes incumplan las normas.
- Garantizar que las TH migrantes tengan acceso a la justicia y a mecanismos de denuncia y reparación eficientes de carácter transnacional.
- Fomentar la cooperación entre países de origen y de destino para crear canales migratorios regulares y seguros, así como para desarrollar marcos integrales para la gobernanza de todo el ciclo de la migración laboral.
- Proporcionar información a las TH sobre sus derechos y contratos de trabajo antes migrar; proveerles asistencia y apoyo en los países de destino; y facilitar su retorno a casa una vez finalizado el periodo de empleo.
- Erradicar las prácticas discriminatorias y la violencia hacia las TH migrantes, valorar su rol crucial en la economía del cuidado y reconocer sus competencias, compensándolas adecuadamente.
- Recolectar datos y producir estadísticas sobre las TH migrantes que permitan dar seguimiento a sus procesos migratorios y abordar adecuadamente los desafíos que enfrentan.
En el Día Internacional de las Personas Migrantes y todos los días, celebramos y reconocemos a las Trabajadoras del Hogar Migrantes de todo el mundo. ¡Salud, compañeras!
