El 30 de marzo es una fecha en la que confluyen las fuerzas de la emoción y del orgullo por los avances que el movimiento de mujeres trabajadoras del hogar ha desplegado, con conciencia de clase, raza y género, por lograr el pleno reconocimiento de sus derechos humanos y laborales, que se encuentran contenidos en el Convenio N°189 de la Organización Internacional del Trabajo – OIT, Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores del hogar, convenio fundamental para nuestra lucha sindical y que marca un derrotero respecto de lo que representa este documento internacional en cuanto al reconocimiento del trabajo del hogar como pilar fundamental para sostener los medios de producción y el funcionamiento de la economía a través de hacer sostenible la vida.
En esta fecha, reconocemos y relevamos los 36 años de fundación y trabajo ininterrumpido de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar - CONLACTRAHO, hermanas con quienes compartimos la identidad y el orgullo de ser trabajadoras del hogar y los esfuerzos por fortalecer el movimiento sindical en unidad, que nos permita ser más fuertes en la incidencia y efectivas en las conquistas.
Asimismo, la Federación Internacional de Trabajadores – FITH extiende su comprometido saludo sindical a cada una de nuestras compañeras y nuestros compañeros, con quienes diariamente bregamos por dar cumplimiento a nuestra agenda sindical global, regional y de cada país; y del mismo modo nos reafirmamos en nuestras banderas de lucha, como es el de lograr el trabajo decente y la protección social para las trabajadoras del hogar, así como el reconocimiento como trabajadoras del cuidado y de su legítimo derecho de ser cuidadas y de contar con servicios de cuidados para sus dependientes, cuando dejan su hogar para cuidar a otras familiar.
El cumplimiento de nuestras banderas de lucha, continúa siendo un camino muy empinado, pues a pesar que somos la región que tiene el mayor número de ratificaciones del citado convenio OIT, las características que prevalecen en el trabajo doméstico es la alta precariedad, es decir que la finalidad superior, entre otras, que tiene el trabajo, no se cumple pues las personas trabajadoras del hogar presentan bajos ingresos que no cubren las necesidades básicas de sus familias.
Del mismo modo, el trabajo del hogar continúa siendo un trabajo altamente informal, en el que no se garantiza el acceso a la seguridad social y a la salud; perpetuando de esta manera las brechas de género que afectan a las mujeres y la dificultad que tienen para ejercer su derecho a la salud y a una pensión digna, lo que termina siendo un factor desencadenante de la pobreza feminizada.
Otro aspecto, es la inseguridad que presentan las mujeres trabajadoras en sus espacios de trabajo, y desde aquí se hace un llamado a los Estados para desarrollar procedimientos para la atención efectiva en los casos de violencia y acoso, que -sobre todo- las mujeres trabajadoras del hogar se ven expuestas en los hogares, dado la particular característica o desempeño de este trabajo, el cual se desarrolla en solitario.
La migración es un hecho que enfrentan de manera constante los gobiernos y requiere de políticas inclusivas para que las mujeres migrantes que en su mayoría se emplean como trabajadoras del hogar sea seguro y una apuesta por fortalecer la diversidad cultural, asimismo, las medidas de protección deben contribuir a detectar y sancionar la trata de personas, el trabajo forzoso, el trabajo infantil o cualquier forma de explotación.
Finalmente, estamos comprometidas por que su FITH lidere los procesos globales de discusión sobre el derecho de cuidado como un derecho que lo garantizamos nosotras, las personas trabajadoras del hogar y que también lo debemos ejercer, pues nuestra apuesta es por visibilizar no solo que somos principales proveedoras de cuidados, sino que también nos encontramos en igualdad de condiciones para recibir cuidados; por tanto, el esfuerzo de la FITH estará encaminado a que a nivel regional se cuente con una agenda sindical consensuada de cuidados que les permita, posteriormente, trabajar sus propias agendas nacionales y a partir de ello, participar de los procesos de sus países de forma estratégica bajo un norte común como trabajadoras del hogar del mundo.
Un abrazo con la fortaleza que sus historias de lucha nos inspiran y nos hace crecer en unidad como organización y que en este día nos resulta importante conmemorarlo.
¡VIVAN LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR DEL MUNDO!,
¡VIVAN LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR DE AMÉRICA LATINA!,
¡VIVAN NUESTRAS HERMANAS DE LUCHA DE LA CONLACTRAHO!
CARMEN BRITEZ
Presidenta
Miembro de Comité Ejecutivo
Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar
RUTH DÍAZ MEDRANO
Representante de Latinoamérica
Miembro de Comité Ejecutivo
Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar
CECILIA TELLO GUERRERO
Coordinadora Regional de Latinoamérica
Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar
