En este tiempo de reflexión y unidad, la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH) desea transmitir nuestro apoyo inquebrantable al pueblo oprimido, en reconocimiento a su larga historia de sufrimiento y su lucha por la autodeterminación. Nos unimos a la comunidad internacional para reconocer la necesidad urgente de una solución justa y pacífica al conflicto de larga data en el Medio Oriente, del fin de las violaciones del derecho internacional y de un alto el fuego inmediato.
Destacamos nuestra profunda preocupación por la pérdida de vidas de civiles inocentes, incluidos mujeres y niños, que son los primeros en sufrir en tiempos de guerra, y condenamos inequívocamente todos los actos de violencia que resulten en daños a los civiles. Sentimos un profundo dolor por la continua pérdida de vidas: se trata de una catástrofe humanitaria.
Los trabajadores domésticos de todo el mundo no son ajenos a la injusticia, la discriminación y la explotación. Por lo tanto, no podemos dejar de solidarizarnos con quienes defienden el derecho, el más urgente de todos, el derecho a la vida, inalienable para todos nosotros. En este espíritu de solidaridad y paz, nuestro objetivo final como movimiento sindical es contribuir a un mundo donde todas las personas puedan vivir en justicia y dignidad.
En unidad,
La FITH
