“Las trabajadoras del hogar estuvieron 3 años en la OIT para luchar por el Convenio sobre las Trabajadoras del Hogar, y ahora estamos orgullosas de celebrarlo, 11 años después de su adopción. Es nuestra convención; debemos conocerlo, poseerlo y usarlo”.
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“Las trabajadoras del hogar estuvieron 3 años en la OIT para luchar por el Convenio sobre las Trabajadoras del Hogar, y ahora estamos orgullosas de celebrarlo, 11 años después de su adopción. Es nuestra convención; debemos conocerlo, poseerlo y usarlo”. – Myrtle Witbooi
Este año marca el 11.° aniversario de la convención de trabajadoras del hogar C189, fruto de la lucha de muchos sindicatos en todo el mundo, que continúan traspasando fronteras estructurales, socioeconómicas y políticas para garantizar los derechos de quienes llevan a cabo tareas invisibles, trabajo subcompensado pero esencial sobre sus espaldas.
Los trabajadores domésticos son la columna vertebral de la economía global y el trabajo doméstico contribuye entre el 20 y el 60 por ciento del PIB de cualquier país, y aún se omite de su cálculo. Es un trabajo masivo, y la lucha de las trabajadoras del hogar en torno a su reconocimiento es ese guijarro que crea un círculo de impacto cada vez más amplio y que no deja a nadie atrás, ya que desafía la devaluación del trabajo feminizado y racializado. La sindicalización de las trabajadoras del hogar aleja al sector del legado de la esclavitud y lo acerca a un reconocimiento largamente esperado. Hoy celebramos este reconocimiento, el estándar internacional y, ante todo, la resiliencia y el ingenio de nuestros movimientos.
Mucho ha cambiado para los trabajadores domésticos en los últimos años. El COVID-19 despojó a muchos trabajadores, reduciendo sus ingresos, el espacio cívico se ha reducido limitando el acceso al diálogo social y el panorama económico mundial en general ha cambiado drásticamente, lo que indica el fracaso de los sistemas económicos existentes que valoran las ganancias por encima de las personas. En este contexto, la organización de las trabajadoras del hogar sobrevivió una y otra vez, centrándose en lo más importante, aprovechando el poder en manos de sus miembros, trabajando en la construcción de la identidad sindical, movilizando recursos y mejorando los sistemas de gobernanza frente a los desafíos tradicionales y nuevos que enfrentamos. experiencia. Los trabajadores domésticos exploraron nuevos modelos de sostenibilidad, actividades generadoras de ingresos, seguridad económica para sus sindicatos, sin perder nunca de vista el pan y la mantequilla de su organización; lograr una protección social basada en los principios del trabajo decente esbozados en el Convenio 189 y su Recomendación 204.
Los trabajadores domésticos están haciendo su parte, hoy y todos los días. Honramos su trabajo y resiliencia: mueven montañas.
Feliz Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.
