La Historia de Kety de IPROFOTH, Perú. Calendario FITH 2022
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“Dame un punto de apoyo y moveré el mundo” La historia de Kety de Perú
Kety Pascuala Carrillo Mercedes tiene 58 años y es una trabajadora del hogar que irradia luz y optimismo. Trabaja desde los 15 años, momento en el que decidió dejar Harauz, su ciudad natal, y emigrar a Lima, la capital de Perú, en busca de mejores oportunidades.
Kety ha sido miembro de la Instituto de Promoción y Capacitación de las Trabajadoras del Hogar (IPROFOTH) del Perú durante 30 años. Se acercó a la organización cuando sus hijos eran pequeños, buscando un lugar donde los cuidaran mientras ella iba a trabajar: “Me dijeron que IPROFOTH tenía una guardería para trabajadoras del hogar, y eso me hizo unirme a la organización”. Desde entonces, Kety nunca se ha separado de IPROFOTH, quien ha sido su mayor apoyo a nivel personal y profesional.
Para describir lo que significa IPROFOTH para ella, Kety cita las palabras del científico griego Arquímedes: “Dame un punto de apoyo y moveré el mundo. Esto es lo que la organización significa para mí”, dice emocionada. Apenas se unió a IPROFOTH, Kety se dio cuenta de que ese era un espacio donde las trabajadoras del hogar podían hacer mucho: “En algún momento, con todas las compañeras, armamos un grupo que se llama Madres con Coraje y Amor. Hacíamos turrones y los vendíamos. Los turrones se hicieron tan famosos que incluso los vendíamos en Alemania e Italia a personas conocidas de la organización”, dice entusiasmada.
Como trabajadora doméstica, Kety ha sufrido una enorme injusticia y discriminación. Uno de sus empleadores, por ejemplo, apagó la luz para que no pudiera leer ni estudiar. Aún así, estaba comprando velas y avanzando en su objetivo de incorporar nuevos conocimientos y crecer como líder sindical. Sin embargo, Kety no guarda rencor y es capaz de ver el pasado desde una mirada llena de perdón y sabiduría: “Es muy triste que el maltrato que sufren las trabajadoras del hogar por parte de sus empleadores deje marcas tan grandes en nuestras compañeras. Pero ahora, después de mucho tiempo, puedo pensar con madurez y saber que el problema no somos nosotros, sino ellos. Tenemos que trabajar en nosotros mismos, porque es muy difícil que ellos cambien su comportamiento”, señala.
Antes de que se aprobara una nueva ley para el sector en Perú (en 2020), las trabajadoras del hogar solo tenían la mitad de los derechos laborales del resto de los trabajadores. “No somos personas a medias, somos personas completas, con integridad, y no hacemos nuestro trabajo a tiempo completo ni a medio tiempo. Entonces, ¿de qué inclusión social están hablando? ”, pregunta Kety, cuestionando la discriminación sistemática que ha existido en su país hacia las trabajadoras del hogar. “Así somos las trabajadoras del hogar y las trabajadoras del mundo: somos mujeres completas, con vida, con problemas y alegrías. No somos una máquina de trabajo, somos trabajadores dignos”, enfatiza.
Las duras experiencias que ha vivido Kety no alimentaron su resentimiento ni su sed de venganza, sino que la impulsaron a luchar por sus derechos y los de sus compañeros. Y, además, la inspiraron para crear una hermosa ilustración que terminaría siendo seleccionada para formar parte del calendario de IDWF. En ese dibujo, Kety expresa su sentir sobre el trato de los empleadores hacia las trabajadoras del hogar y plantea un fuerte reclamo por condiciones de trabajo justas y dignas. Así describe lo que quiso transmitir a través de su poderoso dibujo: “Con la escoba tenemos que barrer toda discriminación, tenemos que barrer la mente de los empresarios que no pueden entender que somos mujeres enteras”.
El Instituto de Promoción y Capacitación de las Trabajadoras del Hogar (IPROFOTH) tiene como objetivo defender los derechos de las trabajadoras del hogar a través de una mayor promoción, visibilidad y representación en Lima, Perú.
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Esperamos que se vea reflejado en estas páginas para que podamos imaginar un mundo en el que nos cuiden.
