Entrevista con Andrea Morales, FETRADOMOV, Nicaragua

“En el Día Internacional para Erradicar la Pobreza, hablamos con sindicalistas y líderes de trabajadoras del hogar sobre sus puntos de vista sobre cómo la pobreza afecta el sector del trabajo doméstico y cómo las mujeres soportan su carga desproporcionada. Llenos de poder, estos líderes imaginaron un mundo más equitativo, con trabajo decente para las trabajadoras del hogar, libre de violencia económica y de género. ¡Escucha sus voces!”

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Nicaragua -

Andrea Morales es Presidenta de FETRADOMOV (Nicaragua) y representante de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar para América Latina.

Fernanda: En los últimos años se habla cada vez más de la “feminización de la pobreza”, y eso se siente con fuerza en el sector del trabajo doméstico. ¿Cómo es eso? ¿Cómo es el trabajo doméstico, la pobreza y el género?demandas relacionadas?

Andrea: La feminización de la pobreza es una realidad que viene desde hace muchos años. El concepto busca explicar cómo la pobreza afecta a las mujeres y cómo les impide tener una vida plena. La pobreza tiene rostro de mujer, porque somos nosotras las que trabajamos en la economía del hogar. Las políticas de género que se han implementado en algunos lugares son buenas prácticas que permiten a las mujeres tener una vida plena. El papel que venimos jugando en la familia, tanto en el Primer como en el Tercer Mundo, es importante porque todo el trabajo de cuidado recae en nosotros. Las mujeres se han ido integrando al mercado laboral, pero los hombres no se integraron en la misma medida a la familia y las tareas del hogar. Debemos hablar de economía feminista, porque somos nosotras las afectadas por el sistema patriarcal y machista que se yergue sobre nuestros hombros. Hoy seguimos llevando políticas neoliberales.

F: En tiempos de pandemia, se ha expuesto la necesidad de un trabajo decente para las trabajadoras del hogar y con ello la necesidad de que el Convenio C189 de la OIT sobre las trabajadoras del hogar sea ratificado en algunos países e implementado de manera efectiva en otros. La necesidad de la ratificación del Convenio de la OIT sobre la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo C190 también es evidente, en virtud de los numerosos casos de trabajadoras del hogar confinadas a sus empleadores y siendo víctimas de abuso, violencia y acoso…

R: El Convenio 189 es especialmente importante, porque está dirigido única y exclusivamente a las trabajadoras del hogar y contempla los derechos humanos y laborales en nuestro sector. El Convenio 190 es un instrumento adicional que tiene como objetivo eliminar la violencia en el mundo del trabajo, tanto para hombres como para mujeres. Entonces, si bien el C189 es especialmente importante para nosotros, el C190 incluye otras personas relacionadas con el acoso y la violencia que sufren las mujeres y los hombres trabajadores.

F: FETRADOMOV ha jugado un papel activo en la lucha contra la violencia de género. Dime en qué estás trabajando actualmente y si ves posible la ratificación del C190 en Nicaragua.

R: Dentro de nuestra organización, estamos capacitando a nuestros colegas sobre el tema de la violencia de género (VBG) a través de talleres. Esto nos ha permitido crear conciencia, porque muchas mujeres creen que la violencia es normal y natural porque la sufren mucho.

Además, contamos con un comité para la ratificación del C190, integrado por representantes del Comité Intersindical de Migración, el Comité Nacional de Mujeres Sindicalistas y dos organizaciones que trabajan con la maquila (fábrica). Las organizaciones que forman parte de este comité están afiliadas a federaciones internacionales. Ya hemos realizado dos foros y realizaremos un tercero en noviembre, en preparación a una campaña nacional y centroamericana sobre el cuidado. En esta campaña vamos a resaltar la violencia que sufren las trabajadoras del hogar a nivel nacional y regional. Eso nos permitirá abogar ante los tomadores de decisiones.

Haremos actividades presenciales, pero también mucha actividad en redes sociales. Creo que este año no será posible la ratificación del C190 en Nicaragua, pero estamos actuando para el próximo año. Me parece que hay grandes posibilidades de que Nicaragua lo ratifique, porque ya ratificó el C189 y es un país que tiene unas leyes excelentes que nos permiten fortalecer nuestro trabajo.

F: ¿Y qué posibilidades ves a nivel regional?

R: Será difícil ratificar después de esta pandemia. Creo que las organizaciones sindicales que tienen afiliación internacional deberían liderar la campaña por la ratificación. En ocasiones, la coyuntura actual nos aparta de los objetivos estratégicos, y como la pandemia es ahora la prioridad, las acciones gremiales en pos de la ratificación del C190 se han detenido. Nicaragua fue el cuarto país del mundo y el primero de Centroamérica en ratificar el C189, pero hay países como Honduras, Guatemala y El Salvador que aún no lo han ratificado. Argentina se ve como el próximo en ratificar el C190, y hay otros con probabilidades, pero por la situación actual no creo que sea muy pronto.

F: ¿Cuáles son los principales desafíos del movimiento de Trabajadoras del Hogar en materia de trabajo digno y erradicación de la violencia y el acoso?

R: Uno de los grandes problemas que tenemos a nivel regional es la afiliación de las Trabajadoras del Hogar a la Seguridad Social, y otro es el tema del salario. Aunque en algunos países se contempla un salario para el sector, muchas veces este no se cumple. También pasa que muchos compañeros hacen horas extras y no les pagan porque no tienen contrato de trabajo. Por todo ello, debemos seguir impulsando la implantación del C189, del que todavía estamos a años luz.

El Convenio no se cumple en su totalidad, a pesar de haber sido ratificado: hay violaciones al salario estipulado y hay violaciones a la afiliación a la Seguridad Social. Con la pandemia nos dimos cuenta de lo afectadas que estaban las Trabajadoras del Hogar sin Seguridad Social. Esta situación representa un gran revés, y más si se tiene en cuenta que sus empleadores también están sufriendo el paro.

F: ¿Qué cree que es más importante: la implementación del C189 o la ratificación del C190? ¿Qué debería priorizar el movimiento en este momento?

R: Creo que debemos seguir trabajando duro en C189, pero tampoco podemos dejar que C190 sea "palabras vacías". Los dos deben ir de la mano, uno apoyado en el otro. Son como los dos brazos de una persona, igual de necesarios. Tenemos una ruta de cómo trabajar, y es posible trabajar los dos a la vez, porque son dos instrumentos que se fortalecen.

F: El Covid-19 ha expuesto la vulnerabilidad del sector y ha representado un retroceso en la lucha por los derechos, no solo en el ámbito laboral, sino también en relación a la violencia y la discriminación. El sector del Trabajo Doméstico está sujeto a factores interseccionales: pobreza, discriminación racial y de género, género, etc. ¿Cómo crees que podemos dignificar a las Trabajadoras del Hogar, considerando su aporte a la economía mundial y su grado de importancia en el Producto Interno Bruto ( PIB) de los países?

R: Antes de la pandemia, algunos pensaban que el dinero se multiplicaba por sí mismo. Pero el COVID-19 ha dejado muy claro que la mano de obra es fundamental para reproducir la riqueza. Si bien las trabajadoras del hogar no trabajan en empresas que generan ingresos, es su trabajo el que permite la producción de ingresos. Estados y empresas han aprovechado esta fuerza de trabajo reproductiva para satisfacer sus necesidades de reproducción de capital. Por ello, debemos dignificar el trabajo dentro de los hogares ya las mujeres que lo realizan.

Para reproducir el capital se necesita una maquinaria reproductiva, y ese papel lo juegan las mujeres en un sistema capitalista, patriarcal y sexista, donde se les asignan tareas de género. Necesitamos que se reconozca porque nuestro trabajo no es un trabajo cualquiera: es el trabajo que permite la reproducción del capital. Si quienes trabajan en una empresa o en el aparato estatal no tuvieran a alguien que cuide lo más preciado de su vida, como son sus hijos, su casa y hasta sus animales, no podrían realizar su trabajo . Debemos estar bien posicionados, sabiendo que el trabajo que hacemos es fundamental, y por eso tenemos que crecer organizacionalmente y fortalecernos para exigir políticas públicas a favor de las Trabajadoras del Hogar. Los sistemas y estados deben tomar conciencia de que no somos “un mal necesario”, sino que formamos parte de la cadena productiva de la economía de mercado y merecemos ser reconocidos como tal.

F: ¿Cuál es su mensaje para las Trabajadoras del Hogar en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza?

R: En este día reconocemos que hay pobreza, pero no somos pobres, hemos sido empobrecidos. Debemos luchar para acabar con el embudo que existe en la distribución de la riqueza y conseguir más equidad. Somos países ricos, con recursos naturales que son del pueblo y que deben estar al servicio de las grandes mayorías, los trabajadores. Este es un día especialmente importante para nosotros, en el que debemos dejar claro que nos hemos empobrecido y debemos comprometernos a seguir en la lucha por la justicia social.

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